martes, 24 de febrero de 2015

Válgame! Un terremoto en Huéscar

Casa de los Penalva (interior). Huéscar
Válgame la virgen santa que con el susto del terremoto ni el pájaro me canta. Me estaba echando yo la siesta tan tranquilo hasta que se menearon hasta los visillos, ¡pero pijo! que sobresalto, que para escribirlo no me aguanto. En fin, que todavía tengo los pies metidos en agua a ver si se me pasa la pesambre. Y no se si ha sido consecuencia o efecto de otra circunstancia pero el caso es que en el pueblo sin internet y sin móvil para variar nos quedamos. Si es que no hay derecho a que nos quedemos incomunicados, alguien ya podría arreglar los cables o baterías porque a la punta arriba del altiplano no nos llega bien la telefonía de modo adecuado. Fuego le peguen al que le corresponda mantener el servicio como en otros lugares hacen bien el oficio.


Y después de tanto temblor me vino a la mente las casas antiguas del pueblo, que sería de aquellas que no andan muy firmes en su cimiento. Una en concreto me dio más reparo, aquella de la cuesta del paseo que tiene poco amparo, desde la carretera barroeta se ve por detrás hundida a pesar de ser una joya y merece estar mejor atendida. No sería mala idea que la comprara el Ayuntamiento y arreglarla para este pueblo disfrutara su merecimiento, pero me parece que en eso nadie piensa y que en la cabeza de los mandamases hay otros meresteres. ¡Qué pena la de este querido pueblo que deja perder hasta los rincones más buenos!

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