martes, 24 de febrero de 2015

Válgame! Un terremoto en Huéscar

Casa de los Penalva (interior). Huéscar
Válgame la virgen santa que con el susto del terremoto ni el pájaro me canta. Me estaba echando yo la siesta tan tranquilo hasta que se menearon hasta los visillos, ¡pero pijo! que sobresalto, que para escribirlo no me aguanto. En fin, que todavía tengo los pies metidos en agua a ver si se me pasa la pesambre. Y no se si ha sido consecuencia o efecto de otra circunstancia pero el caso es que en el pueblo sin internet y sin móvil para variar nos quedamos. Si es que no hay derecho a que nos quedemos incomunicados, alguien ya podría arreglar los cables o baterías porque a la punta arriba del altiplano no nos llega bien la telefonía de modo adecuado. Fuego le peguen al que le corresponda mantener el servicio como en otros lugares hacen bien el oficio.

lunes, 16 de febrero de 2015

Carnaval, carnaval


La fiesta siempre manda y al llegar febrero todos de charanga, vino el carnaval a visitarnos y la peluca y el disfraz todos sacamos, que no se diga que los de Huéscar somos gente pasmá, que aquí para la fiesta valemos una panzá. Ya todos vestidos, maquillados y muy requetebién caracterizados en la almazara nos plantamos ¡que grata sorpresa! este año allí se estaba como con estufa de leña. No eran troncos ardiendo lo que nos calentaba pero el pellets nos vino estupendo. Con un tubo de aire la nave se calentó, se nota al sentir el calor que para mayo en el pueblo tenemos votación. El concejal de festejos con honores nos agasajó, y con tanta temperatura el mismo quiso dirigir la verbena subiendo al escenario cantando unas desentonadas estrofas. Desde la misma ermita, las Santas debieron estremecerse al sentir cantar de tan bárbara manera su himno cantar, y es que el político local con arte no ha nacido, alguien debió recordárselo al verlo en el escenario subido y de esta forma haber evitado tan espantoso ridículo.

miércoles, 4 de febrero de 2015

¡Pero pijo! ¡Que nos helamos!

¡Pero pijo! ¡Que nos helamos! No es que el grajo estos días vuele bajo, con este frío del carajo el grajo se mete hasta por los zanjos. Aquí en la punta de arriba del altiplano a esto ya estamos acostumbrados y remedios caseros sabemos buscar para el frío poder paliar, el mejor de todos no salir de casa, arrimarse bien pegado a la lumbre o dejar que la cáscara de la estufa el helor de la casa derrumbe. La enagua siempre ha sido buena amiga para que el brasero caliente hasta el flequillo, porque en la calle no se puede estar y es preciso encerrarse para los rigores invernales soportar. Pero claro el ocio siempre es necesario y de entretenimiento los oscenses no sabemos andar precarios. Qué desastre y qué barbaridad que con el frío también tenemos vendaval y las televisiones valen los mismo encendías que apagás, ¡Pero pijo que nos quedamos sin tele! Y es que desde siempre el famoso repetidor se resiente con una miaja de relente. Y ¿a qué se debe la fragilidad de la maldita antena que corona nuestra localidad? El que les informa no tiene ni idea, pero viene siendo igual desde antaño y parece que así será en la eternidad.