Ya lo decía mi abuela que cuando en marzo mayea en mayo marcea, y que gran verdad es el refrán en estas fechas que lo vemos pasar. Tuvimos gloria bendita en Semana Santa y es que no cayó ni una gota clara, pero al llegar la primavera menudo tiempo nos espera, será por que sacan a las Santas en rogativas por lo que llueven aguas vivas, pero no podremos quejarnos que el agua es buena sobretodo para los campos, y a todos nos gusta el verdor que de las sierras y de las vegas es su color.
Y ya que estoy yo hablando me acuerdo de los cultivos que valen tanto, aquí en este pueblo hay aceituna y almendra, pero también cereales de cosecha. Sin pasar por alto hortalizas, que la huerta a muchos llama en este tiempo con prisa. El agua de lluvia a todo esto beneficia, porque sea secano o regadío si no llueve el trabajo es baldío. Unos sólo tienen agua del cielo, otros de una u otra acequia y también algún que otro pozo para dar vida a las matas con gozo.
La pena que tenemos en este pueblo es que parece que poco se aprovecha tener un pantano que siempre tiene la orilla seca. Es grande como él solo, pero se le saca poca chicha porque nunca se le ve el colmo. Y es que dicen que el agua se escapa por el fondo y que no funciona del todo. Y yo me pregunto ¿Para que se hizo aquella presa sobre el pequeño San Clemente si hoy no da servicio debidamente? Alguien tuvo que tener una miaja de luces para que hoy viéramos el pantano lleno aguas dulces. Hasta la gente del llano se apena de pensar lo que bajo el agua se deja, sin dar mucho beneficio a este pueblo que necesita de buenos servicios.
Y ahora díganme ustedes, que piensan de este lugar que tenemos en Huéscar y que solución le ven a los problemas que la gente le otorga, a ver si alguien tiene lucidez para idear un remedio que mejore esta obra con rapidez.
